El 26 de enero de 2012
A través de las cifras de su último informe, la Organización
Mundial del Trabajo (OIT) demuestra que el flagelo de la desocupación no
disminuye. Preocupación por la situación de los jóvenes.
Uno de cada tres trabajadores en todo el mundo -unos mil
cien millones- está desempleado o vive de un seguro de desempleo. En su informe
sobre las “Tendencias mundiales del empleo”, publicado el pasado martes 24 de
enero, la OIT estima que hay en el mundo unos 200 millones de desocupados; unos
27 millones más, desde que empezó la crisis en 2008. Y que todos los años,
cerca de 40 millones de personas aumentarán la demanda de empleo, según el
documento.
Los jóvenes son los más afectados: 74 millones, de 15 a 24
años estuvieron sin empleo en 2011, conformando un índice de desocupación a
nivel mundial del 12,7%. La OIT afirma que a escala mundial, los jóvenes tienen
un riesgo casi cuatro veces más alto que los adultos de mantenerse desocupados.
Crear 600 millones de puestos de trabajo en 10 años
Otro dato alarmante es el aumento de la cantidad de
trabajadores pobres en todo el mundo. Cerca de 900 millones viven con menos de
2 dólares por día, por debajo de la línea de pobreza fijada por el Banco
Mundial. Son unos 55 millones más, desde la crisis de 2008. La mitad de ellos
viven por debajo de la línea de extrema pobreza, o sea con menos de 1,25 dólar
diario.
Asimismo, la OIT estima que para asegurar un crecimiento
durable, hará falta crear unos 600 millones de empleos en diez años. Además, la
Organización considera que esos empleos deberán provenir principalmente del
sector privado, porque la crisis limita los márgenes presupuestarios de los
Estados. Además, solicita a los responsables políticos que “actúen de manera
firme y coordinada para reducir los temores que frenan las inversiones
privadas, a fin de que el sector privado impulse la creación mundial de
empleos”.

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