Sin respuesta al pedido de audiencia que le hicieron a la Presidenta a través de una solicitada, los gremios de transporte volverán el martes que viene a paralizar el país con un pliego de demandas que incluye en primer lugar, y como factor aglutinador, el Impuesto a las Ganancias.
A la hora de los balances y las conferencias de prensa, el sindicalismo opositor que convoca a la huelga volverá a sentar a Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Pablo Micheli, el maquinista Omar Maturano, el colectivero Roberto Fernández –si no recibe un llamado que a última hora lo haga desistir, como ya sucedió- y algunos representantes conocidos de la izquierda como Rubén “El Pollo” Sobrero.
Sin embargo, la medida de fuerza contará con la adhesión de parte de la nueva generación de delegados y comisiones internas que ganaron legitimidad y poder en los 12 años del kirchnerismo en el poder.
Habrá otros sectores de jóvenes trabajadores que no se plegarán porque la precariedad en la que se desempeñan se los impide o porque defienden al gobierno. Pero todos se sentirán interpelados por una discusión que atraviesa a un nuevo sujeto social: desde los que ingresaron al mercado con la creación de 5 millones de puestos de trabajo –la enorme mayoría entre 2003 y 2007- hasta los que siguen viviendo en una informalidad que no se distingue de la de los años noventa; desde los que accedieron a niveles inéditos de consumo y dejaron de hacer horas extras para no pagar más Ganancias hasta los que forman parte de gremios que resignan poder adquisitivo frente a la inflación porque sus dirigentes están alienados con la Casa Rosada.
A esta altura del año, al reclamo por la actualización del mínimo no imponible se sumará la discusión paritaria y el techo al salario que el ministro Axel Kicillof acordó con Antonio Caló en torno al 27 %. Pese a eso, el triunfo de la Federación Aceitera con un incremento del 36 % después de 22 días de paro es –para el gobierno- un mal ejemplo que puede ser imitado. Lo dijo Daniel Yofra en uno de sus discursos en una asamblea en Rosario, antes de lograr el incremento. “Ojalá esto sirva de contagio en la lucha por el salario digno. No hay que dejarse apretar por un gobierno que tiene un doble discurso, que dice que hay paritarias libres pero no homologa ni autoriza un convenio superior al 28 por ciento. Los trabajadores estamos solos y tenemos que salir a decir la verdad”. De 46 años, Yofra afirma que el sindicalismo no puede alinearse con los partidos políticos que postergan los reclamos de los trabajadores. Es el reverso de viejos conocidos como Gerardo Martínez, de la UOCRA, Antonio Caló de la UOM o Ricardo Pignanelli del SMATA.
Fuente: Mendoza Post
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíe su consulta, contestaremos a la brevedad en el horario de Lunes a Viernes de 09 a 19hs.
Saludos cordiales.