Primer nota de: http://www.lanaranjadeprensa.com.ar/paritarias-prensa-2013-un-triunfo-contra-las-patronales-de-las-dos-kcorpos-y-el-estado
Paritarias prensa 2013: un triunfo contra las patronales de
las dos (K)Corpos y el Estado
Luego de tres meses
de plan de lucha, con tres paros generales de 24 horas, seis movilizaciones,
bloqueos a empresas, paros parciales, retiros de firmas y asambleas, el martes
16 de julio, en la audiencia numero 22, se firmó la primera paritaria de prensa
escrita después de 38 años. Las bases del acuerdo fueron el resultado de una
propuesta de síntesis del Ministerio de Trabajo, virtualmente un laudo, entre
las posiciones de la parte sindical y la patronal, que corona un enorme triunfo
para los trabajadores que impusieron, luego de casi cuatro décadas y tras una
primera paritaria para diarios en 2012, una negociación colectiva única para
diarios, revistas, agencias nacionales e internacionales y empresas punto.com.
La propuesta-síntesis ministerial, que tuvo la forma de un
ultimátum con la amenaza de sacar la negociación del arbitraje de la cartera
laboral, supone un aumento a los básicos
de convenio de 26%, que se eleva como mínimo a 27 con el incremento de la
antigüedad a 35 pesos (en la mayoría de las empresas estaba entre 17 y 25), con
una garantía de aumento real para los salarios que están por encima del
escalafón de 23% hasta sueldos de 12.500 brutos y de 22 para los que superen
ese ingreso. En estos dos últimos casos
también debe computarse al menos un punto más por el aumento de la antigüedad
liquidado aparte.
Los porcentajes serán abonados en tres tramos no
acumulativos, de 10% en abril, 9% en agosto y la última cuota de 7% ó 4% ó 3%,
según sea el caso, en enero de 2014. A esto hay que agregar que, a partir de
abril de 2014, se recupera tras más de 40 años que el ítem antigüedad se pague
con un porcentaje atado al salario, en este caso el 1% al básico del aspirante,
aunque con la limitación de que será para los años de antigüedad de ahí en
adelante. La antigüedad “pasada” tendrá como piso los 35 pesos establecidos
ahora, más una cláusula de enganche
asegurada para elevar el ítem según los aumentos salariales que se logren cada
año.
Colaboradores, presentes
El acuerdo, que fue refrendado en las asambleas de base,
establece para “los colaboradores /periodistas comprendidos en el Estatuto” una
cláusula de enganche del 23% en los mismos tres tramos del aumento a los
trabajadores de planta.
Se trata de un avance inédito, sin precedentes, para el
sector más precarizado del gremio, que sienta las bases para darle un nuevo
impulso a su organización en torno a las comisiones internas de cada empresa y
es un primer paso para empezar a cambiar de raíz una de las ecuaciones más
perversas en las que está montada la
estructura de explotación capitalista de los periodistas de la prensa escrita.
Son decenas y decenas las revistas, suplementos y todo tipo
de productos editoriales cuya salida está garantizada por un ejército de miles
de compañeros dispersos (trabajan desde sus casas, para varios medios al mismo
tiempo) que hacen exactamente la misma tarea que los trabajadores de planta,
pero con pagos por colaboración irrisorios, sin aportes, ni cobertura de ningún
tipo, como monotributistas y financiando de su bolsillo la infraestructura y
los costos de producción de sus notas (teléfono, internet, transporte, uso de
computadoras, etcétera).
La inclusión de los colaboradores en el acuerdo solo se
explica por la tozudez de la comisión paritaria, que resistió uno por uno los
intentos de las patronales de ningunear el reclamo y aguantó la presión del
Ministerio que hasta último momento apoyaba la propuesta patronal de restringir
el enganche a los “colaboradores permanentes”, es decir apenas el 10% del
universo de colaboradores, una refriega que dejó como botín para las patronales
la desaparición del piso mínimo garantizado por colaboración.
La salida acordada para “colaboradores” será un territorio
de disputa con las patronales, pero en
un nuevo escenario. La ausencia de un
piso mínimo por colaboración deberá requerir de la intervención activa de las
comisiones internas en cada empresa para que las patronales no licuen, mediante
maniobras, el aumento obtenido.
Las patronales pretenderán, además, valerse de la remisión
al Estatuto para restringir el universo de beneficiarios de la cláusula de
enganche. Se trata de otra truchada, ya que el Estatuto legisla sobre un tipo
de colaboradores (los especialistas, que no elaboran materiales de uso
corriente en las redacciones) que han sido objeto de distorsión por las
prácticas patronales.
Así, la idea empresaria de hacer un corte por cantidad de
colaboraciones para dejar afuera a compañeros debe ser rechazada por los delegados,
quienes pueden y deben valerse para esta lucha de la ejemplar conciencia que,
sobre esta cuestión, primó en las asambleas de los trabajadores de planta.
La base está en que las asambleas nunca bajaron el reclamo
de los compañeros colaboradores y lo defendieron estratégicamente como propio
en todas las instancias de la lucha, y a la par de los restantes puntos del
pliego que los afectaba directamente.
Mas conquistas
El acuerdo incluye una reparación histórica insoslayable,
como es la recuperación del feriado gremial del 7 de junio, arrebatado por la
dictadura. Será no laborable aunque con
la opción a favor de las empresas de requerir la concurrencia del trabajador,
para lo cual deberá pagarlo como un feriado, es decir al 200%. También se
obtuvo un aumento del pago por guardería de 1.100 pesos y la devolución de los salarios caídos por
los paros en aquellas empresas que practicaron descuentos.
En el camino también queda la pretensión patronal, fogoneada
insistentemente en sus comienzos por el Ministerio de Trabajo, de convertir a
la paritaria única en un saludo a la bandera subdividiendo la negociación en
“capítulos” o “ramas” con arreglo a las “heterogeneidades” del sector patronal.
Escalas y fragmentación
A pesar de que por la permisividad de la cartera laboral y
la correlación de fuerzas alcanzada quedaron en pie dos escalas, la lucha
permitió superar la fragmentación que querían imponer las empresas, pretensión
que empantanó toda la primera fase de la paritaria y que mostró las miserias de
los contubernios y celadas orquestadas entre las patronales oficialistas y las
de la Corpo para quebrar la negociación.
Los objetivos políticos de la Ley de Medios terminaron de
sepultarse por la lucha común de los trabajadores de los medios de las dos
CKorpos, que preservaron su unidad de clase contra cualquier canto de sirena
para alinearlos en uno u otro bando.
Porque no hubo, a su vez, distingos entre los “hegemónicos”
y los “contra hegemónicos” a la hora de
realizar ofertas de miseria y aprovechar las dilaciones que ellos mismos
creaban para imponer aumentos unilaterales que desvirtuaran la paritaria.
Tan juntitos quedaron arrinconados por los trabajadores que
en la última audiencia hasta se olvidaron de consignar sus diferencias con la
tradicional manifestación de AEDBA de
arrogarse el monopolio de la representación de los diarios. Del texto
desapareció también la pretensión de la
patronal de Infobae de una escala propia para aplicar el aumento. Daniel Hadad tuvo que presentar una propuesta
de adecuación a la escala de AEDBA, que fue aprobada por la comisión paritaria
y la asamblea de trabajadores de Infobae.
Es la explotación, estúpido
La paritaria de la prensa escrita de Buenos Aires fue una de
las últimas en cerrarse y una de las más
peleadas de los últimos años en el movimiento obrero. Aunque por su peso
numérico y su incidencia en la economía podría decirse que es un sector que no
mueve el amperímetro de la pelea salarial en la Argentina, la lucha de los
periodistas estuvo por momentos en el centro de la escena y concitó una
atención política por momentos equiparable con algunas de las gestas docentes,
con la de la alimentación del año 2010 y
con algunas de los trabajadores telefónicos.
El trasfondo de la dureza de las posiciones y de la fatigosa
intervención del Ministerio de Trabajo es que la paritaria puso en entredicho
todo el andamiaje de la particular forma de explotación de un sector de los
trabajadores bajo la forma que adquirió en los últimos 20 años, algo que, con
la excepción de la lucha de los pasantes y tercerizados telefónicos o de
los ferroviarios por el pase a planta
con el emblema de Mariano a la cabeza,
no ha estado presente en casi ninguna pelea sindical reciente.
A la puesta en cuestión del oneroso curro histórico con los
colaboradores, los trabajadores de prensa incorporamos en esta paritaria la
inclusión en la lucha de las empresas punto.com, que se sumaron a la paritaria
con sus nuevas comisiones internas y con una notable capacidad de movilización
y un compacto cumplimiento de las medidas de fuerza. Todo un problema para las
patronales que habían hecho de las redacciones digitales el laboratorio de
prueba de todas las variantes de la flexibilidad, la polivalencia y la
polifuncionalidad, de tal manera de convertir en oportunidad la crisis que les
plantea la reestructuración de los soportes.
El fondo
La paritaria puso frente a frente a dos actores en plena
mutación estructural. De un lado, trabajadores de prensa que llevan décadas
procesando su derrumbe salarial y de sus condiciones de trabajo y de vida en
descarnadas peleas defensivas y autoconvocadas por la inexistencia del
sindicato. Compañeros curtidos en peleas salvajes contra los despidos, el
ajuste sin fin, los cierres de medios y luego por la recuperación desde abajo
de las paritarias por empresa, la de diarios y ahora la de toda la prensa escrita. Del otro lado, los capitalistas de una
industria sumida en una profunda reorganización en base al intento
gubernamental de aplastar a una facción monopólica rival con la puesta en pie
de una propia.
El marco de este choque no podría ser más explosivo. Los
medios están lidiando desde hace tiempo con los efectos (caída de lectores,
cuestionamiento de los públicos y los periodistas por la censura y la
manipulación, gratuidad) de su propia obsolescencia en la forma de gestionar la
comunicación social. Esto, que más recientemente ha sido puesto en evidencia
por las redes sociales y las formas expansivas e intuitivamente
anticapitalistas con las que se vale la gente para comunicarse usando las
nuevas tecnologías, es indisociable de la crisis abierta por las perspectivas
inciertas que le plantea a las empresas el cambio de soporte por la emergencia
de lo digital.
La lucha por una paritaria única para todo el gremio, con la
radio y la televisión incluidas, proyectará necesariamente este escenario a un
nivel superior y será, a su vez, la base elemental desde la cual intervenir
como trabajadores en las transformaciones inevitables que acarrea la
convergencia tecnológica piloteada por poderosos grupos capitalistas
concentrados de comunicación social.
Los salarios, la voz y la palabra propias
En este cuadro y con
los medios de comunicación como uno de los ejes del debate político, la emergencia de una discusión salarial
llevada adelante por paritarios electos en asamblea y responsables ante sus
bases le dio un plafón tal a la intervención de los trabajadores que incluso
proyectó la lucha reivindicativa al debate por los contenidos. Excepto en
períodos revolucionarios, este ha sido un territorio inexpugnable de las
patronales aún en el marco de las más tenaces disputas sindicales. Sin embargo,
en el medio del proceso paritario, los compañeros de distintas empresas se
dieron lugar para fijar, de manera organizada, posiciones sobre contenidos
editoriales elaborados por sus patronales, como en Clarín y La Nación, en Télam
y otras empresas.
Queda así una simiente inmejorable para avanzar en la lucha
para que los trabajadores y el pueblo en su conjunto hagan converger el desafío
que imponen desde las redes sociales y todas las variantes de la comunicación
alternativa con la necesidad de que tomemos en nuestras manos la dirección
también de los medios tradicionales abriéndolos a la gestión popular y
liberando todas sus potencialidades reprimidas por el corcet del lucro y el
beneficio privado.
La lucha de las paritarias de la prensa escrita 2013 ha
significado un nuevo paso para liberar la palabra también del monopolio del
capital.
Miércoles 17 de julio de 2013 » Trabajadoras/es
Se firmó el acuerdo en las Paritarias Prensa2013
Fuente: http://anred.org/spip.php?article6385
Por primera vez desde 1975, los trabajadores de diarios,
revistas, punto.com y agencias de noticias nacionales e internacionales de la
ciudad de Buenos Aires firmamos esta noche en el Ministerio de Trabajo un
acuerdo paritario en forma conjunta y con todas las cámaras patronales como
contraparte, tal como lo establece nuestro Convenio Colectivo de Trabajo
301/75. Por CTP / Colectivo de Trabajadores de Prensa
Por
ANRed- E (redaccion@anred.org)
El logro alcanzado luego de 22 audiencias a lo largo de casi
tres meses es producto de un proceso de lucha que incluyó tres paros generales,
paros parciales, quites de firmas y movilizaciones masivas, entre otras a la
sede de la Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires (AEDBA) y a las
puertas de Clarín, Tiempo Argentino, La Nación, Infobae y Ambito Financiero.
El cierre de un acuerdo con las mayores patronales de prensa
del país, representadas por sus cámaras AEDBA, AFERA y AAER, se produce en el
contexto de creciente organización de nuestro gremio, que se tradujo en la
conformación de comisiones internas en medios que no dudan en recurrir a las
peores prácticas antisindicales para frustrar la agremiación de los
trabajadores, como Clarín o Infobae.
El acuerdo tiene un valor adicional porque cada paso del
proceso, desde el primer pliego de reclamos hasta el pre-acuerdo de la semana
pasada, se dio con la aprobación de las asambleas de base, representadas por
sus delegados paritarios, y a pesar de la ausencia de la conducción de la
Utpba, que no gastó un centavo ni para imprimir un afiche y, peor aún, organizó
un asado gratuito para amigos y jubilados mientras los trabajadores
reclamábamos sin suerte que dieran la cara.
Desde el Colectivo de Trabajadores de Prensa celebramos esta
nueva conquista, que nos llena de orgullo, y reiteramos nuestro compromiso de
seguir trabajando en la organización de las bases y en la recuperación de la
Utpba hasta convertirla en un sindicato.
La letra chica
El acuerdo anual rige desde el 1º de abril pasado e implica
un aumento del 26% sobre los básicos de convenio, que abarcan al 35% de los
trabajadores de prensa de Buenos Aires. El piso garantizado es de un 23% para
sueldos de hasta 12.500 pesos y 22% para los superiores. El porcentaje sobre
los básicos implica para el grueso de los trabajadores aumentos de entre el 24
y el 25%. En todos los casos se otorgará una primera cuota del 10% retroactiva
a abril y un 9% en agosto. La tercera cuota, que variará según la situación de
cada uno, se pagará en enero.
En concepto de antigüedad se acordó un pago de 35 pesos por
año e implica un aumento sustantivo en la mayoría de los medios, donde rigen
valores inferiores a los 20 pesos. La nueva cifra regirá hasta el 31 de marzo.
A partir de entonces, esa cifra actualizada por los futuros aumentos regirá
para calcular la antigüedad previa, en tanto la que se calcule hacia adelante
equivaldrá al 1% del sueldo de la categoría aspirante, que al día de hoy
implica 51 pesos.
Un tercer punto significativo es la inclusión de los mal
llamados “colaboradores”, que no son sino periodistas precarizados, cuyas notas
y/o fotos deberán aumentar un 23%, con la misma secuencia de cuotas. Si bien
las patronales se negaron a incluir en el acta a quienes el Estatuto del
Periodista Profesional no reconoce como periodistas profesionales (los
“factureros” que la ley considera “proveedores externos” y a quienes todas las
empresas congelan antes de llegar a su nota 24 para evitar blanquearlos y
abaratar costos), sí se consiguió la inclusión de los “colaboradores
permanentes”, uno de los puntos en los que no se había logrado avanzar en la
paritaria 2012/13.
Otra conquista es que el 7 de junio, Día del Periodista,
volverá a ser DÍA NO LABORABLE, como lo fue hasta que la última dictadura
arrasó con los derechos laborales. En los casos en que las empresas decidan que
se trabaje, la jornada se pagará el doble que un día normal.
En concepto de guardería, la suma fija ascendió de 789 a
1.100 pesos mensuales, que equivalen a un aumento del 28,3%.
Finalmente se logró el compromiso de adecuación progresiva
de Infobae a la escala salarial de AEDBA, exigida y aprobada por la asamblea de
trabajadores de ese portal. Este punto implica hacer realidad un objetivo
prioritario de las comisiones interna y paritaria de ese medio para poner fin a
la precarización impuesta por Daniel Hadad, y que para muchos de sus
trabajadores significará un incremento cercano el 50 por ciento.


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