Por Ismael Bermúdez
La AFIP se quedará con más dinero porque el cálculo se hace
incluyendo el medio aguinaldo y el ajuste salarial.
Cada día más. Ricardo Echegaray mes a mes exhibe las
planillas de recaudación con subas nominales crecientes.
14/07/13
De aquí a fin de año, aumenta la presión del impuesto a las
Ganancias sobre los sueldos. Los cerca de 3 millones de trabajadores alcanzados
por ese impuesto tendrán que pagar más que lo que pagaron en los primeros meses
del año. Y eso hace que, de los aumentos salariales, cerca de cuatro puntos porcentuales no irán al
bolsillo del trabajador, sino que serán retenidos por las empresas a favor de
la AFIP. Por su parte, otros trabajadores que hasta ahora no pagaban Ganancias,
pasarán a estar alcanzados por este impuesto.
Esto es así porque, para el cálculo del impuesto, en el
segundo semestre impacta el cobro del aguinaldo y los aumentos salariales
acordados en las paritarias. Y como este año el Gobierno ajustó el mínimo no
imponible en marzo solo un 16,7%, una parte mayor de los ingresos del
trabajador queda alcanzado por Ganancias.
Por ejemplo, un trabajador sin cargas de familia o soltero
con un sueldo neto, luego de los descuentos de jubilación y salud, de $ 10.000,
con el ajuste del mínimo no imponible en marzo le retenían por Ganancias $ 346.
En mayo, si ese trabajador obtuvo un 14% de aumento, pasó a cobrar $ 11.400,
pero por Ganancias le retuvieron $ 668. Si a partir de noviembre recibe una
segunda cuota de aumento del 10%, pasaría a cobrar $ 12.400 y el descuento de
Ganancias sería de $ 898 por mes. Luego en diciembre, tendría otro descuento
mayor por la percepción del medio aguinaldo.
En total, en 2013, le
descontarán por Ganancias $ 10.503, equivalente al 85% del sueldo. De ese
total, en el primer semestre ya le descontaron $ 4.608 y en la segunda mitad
del año le descontarán $ 5.894, un 28% más.
En otras palabras,
mientras en marzo Ganancias representaba el 3,46% del sueldo, en noviembre sube
al 7,24%, casi 4 puntos más. Y su sueldo de bolsillo que en marzo era de $
9.654 ($ 10.000 menos $ 346) desde noviembre será de $ 11.502 ($ 12.400 menos
898), con un aumento del 19,1% y no del 24% como acordó la paritaria para todo
un año. En términos reales, pierde 4,9 puntos porque el aumento salarial de
bolsillo no compensa la inflación.
A mayor sueldo, se agranda el descuento de Ganancias y mayor
es la pérdida salarial real.
A su vez, un trabajador sin cargas de familia que en marzo
ganaba $ 6.900 estaba exento de Ganancias. Si ahora recibe un 14% de aumento, le empezarán a
descontar Ganancias y más todavía hacia fin de año si percibe la segunda cuota
de la paritaria. Por eso se espera que en la segunda mitad de 2013 más
trabajadores queden atrapados por este “impuesto al salario”.
Desde el año 2000, el mínimo no imponible y demás
deducciones fue ajustado menos que la inflación, mientras las escalas sobre las
que se calculan las alícuotas se mantuvieron sin cambios en los valores de hace
13 años atrás. Por esa razón, según la AFIP, en 2001 el 9,7% de los empleados
en relación de dependencia pagaba Ganancias. En 2005 subió al 13,5%, en 2010 al
16,9% y ahora ronda el 30%. Este ultimo salto se explica porque en 2011, el
ajuste fue inferior a la inflación, en 2012 no hubo ajuste por inflación (solo
quedó excluido el medio aguinaldo) y este año volvió a ajustarse por debajo de
la inflación.
Fuente: http://www.clarin.com/politica/impuesto-Ganancias-pegara-fuerte-resta_0_955704506.html#.UeLYYQjQTOI.gmail

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